Brujas Modernas
Una extraña conversación
Estaba sentada tomándome un café cuando de repente escucho:
-Hola Diana, ¿Cómo estás?
Me sorprendo por esta voz, ya que me encontraba sola, pero noto que la voz viene desde la parte inferior de mi cuerpo.
-somos tus piernas
-¿Mis piernas? , ¿Por qué me hablan?
- Queremos saludarte, recuerda que somos tus pilares, sostenemos tu cuerpo; a propósito, muchas gracias porque nos libraste de un gran peso, estabas gordita y ya nuestras amigas las rodillas estaban quejándose.
- Me hicieron sentir un poco mal al recordarme que estaba gorda.
- No Diana, la idea no es que te sientas mal, conocemos el esfuerzo que has hecho para aceptarte tal y como eres, pero no lo puedes negar, te sientes bien al mirarte al espejo; además, no es por presumir pero estamos muy bonitas, con esas rutinas que estás haciendo nos tienes tonificadas y fuertes; estamos muy contentas porque te podemos brindar un excelente servicio.
De repente, escucho otra voz que dice: mmm, mmm, veo que las señoras piernas están muy orgullosas pero creo que deben mencionarme en esta conversación.
Pregunto: ¿Quién habla ahora?, la voz contesta: soy yo, tu nalga o llamado de forma más técnica: los glúteos, y reitero no pueden dejarme atrás.
Al escuchar esto las piernas ríen de forma escandalosa y dicen: pero en realidad tú vas atrás, la nalga también ríe y dice: si, pero últimamente tengo mi mejor cara, jajaja, te recuerdo que no me puedes olvidar porque sirvo para que te sientes, ayudo a que tengas buena marcha y tus rodillas estén estables, las señoras piernas inician su camino en mí.
Acá entre tú y yo: me da mucha risa cuando te miras al espejo desnuda, he visto tu cara admirando el tremendo culazo que tienes; he visto al igual que las señoras piernas tu proceso, como antes ni te atrevías a mirarte en el espejo porque no te gustaba lo que veías; hoy es distinto, aceptas tu cuerpo y sabes que, aunque no eres perfecta, eres bella porque eres tú.
Mis piernas y glúteos se quedan callados y yo me quedo pensando en esta extraña conversación que me recordó todo el camino que he recorrido hasta la aceptación plena de mi cuerpo.
Nota del autor: aprovecho este post para agradecer a alguien muy especial que además de ser mi entrenador personal se convirtió en mi amigo, Juan Camilo Tabares Marín,
gracias por ser tan buen profesional y guiarme en este proceso de conocer hasta donde puedo llegar con el ejercicio y enseñarme lo importante en este camino del entrenamiento físico.
